4 maneras de evitar tener la misma pelea una y otra vez en tu relación

Desbloquea consejos diarios de 30 segundos para un Más feliz Relación
👉 Suscríbete GRATISConclusiones clave
Resumen rápido de la IA de Marriage.com
Lo único más agotador que pelear con tu pareja es darte cuenta de que siempre discuten lo mismo. Crees que discuten sobre los planes para cenar cuando de repente tu pareja interviene: "Siempre es lo mismo. Comemos lo que tú quieres y lo que yo quiero no importa".
Esto es más común de lo que se podría esperar: muchas parejas descubren que, con el tiempo, las discusiones tienden a reducirse a unos pocos puntos clave de desacuerdo. Algunos temas de conflicto comunes incluyen: "Mis sentimientos no te importan", "No confías en mí" y "Quieres controlarlo todo".
A algunas personas les lleva años llegar a este punto de estancamiento comunicativo, mientras que otras caen en la misma rutina rápidamente. Pero una vez que llegan a esta etapa, la historia es la misma: cada discusión, de alguna manera, deriva en un guion deprimentemente similar. De "me dijiste que llegarías a casa hace una hora", la situación cambia a "aquí vamos de nuevo, diciéndome que he fallado".
Esas frases repetitivas van acompañadas de una sensación de desesperanza y agotamiento. Cuando sientes que te estás estancando una y otra vez, es hora de dejar de lado lo que llevó a la última pelea y quién tiene razón (aquí está el secreto desafiante de cada...) terapeuta de parejas Sabe: ambos tienen razón. ¿Y ahora qué?
Aquí hay 4 maneras de restaurar tu relación
1. Comprométete a luchar
Las parejas deben aceptar una idea que puede parecer un poco loca: dejar de intentar dejar de pelear.
Esto no quiere decir que debas aceptar la lucha, sino más bien verla como algo inevitable y natural y cambiar la forma en que luchas.
Algunos problemas son arraigados y requieren mucha atención. Eso significa que podrías tener que luchar por resolverlos durante mucho tiempo. Pero si la forma en que discutimos es tóxica, tendemos a cerrarnos. Al escuchar la misma discusión una y otra vez, nos ponemos a la defensiva de inmediato y le decimos a nuestra pareja por qué no debería sentirse así. Nuestra pareja, a su vez, se siente resentida —nadie quiere saber por qué sus reacciones son incorrectas— y responde con ira y desconfianza.
Por otro lado, el resentimiento disminuye cuando nos comprometemos de nuevo a discutir y a hacerlo bien. El oyente debe aceptar escuchar las mismas quejas una y otra vez, y el hablante debe aprender a comunicar el problema con menos enojo. En esta primera etapa del proceso de inversión, no intentamos solucionar el problema, sino hablar bien de él.
2. Aprende a luchar mejor
Para argumentar bien hay que tener en cuenta tres reglas cardinales: Escuche atentamente y asegúrese de comprender.Responda con compasión y hable sin desprecio. Para que quede aún más claro, en cualquier conflicto, cada parte tiene responsabilidades específicas.
3. Sigue las reglas
Las reglas del orador son:
- Hable sobre sus sentimientos (use declaraciones en primera persona y explique cómo se siente herido)
- Habla sin criticar ni atacar (asume que tu pareja es tu amigo)
- Pregúntate: “¿Cómo puedes ayudarme a sentirme mejor con esto?”
Las reglas del oyente son:
- Intenta escuchar la necesidad no satisfecha (escucha atentamente)
- No te defiendas y digas por qué tienes razón cuando el orador está equivocado.
- Tómate un descanso si te sientes enojado (regresa tan pronto como estés calmado).
Cuando usamos estas habilidades, la comunicación cambia, pasando de una actitud combativa de cada uno en su rincón a una empatía preocupada. Podemos empezar a ver este problema persistente con nuevos ojos, sin esperar un cambio inmediato.
Mientras que antes entrábamos en la discusión con el objetivo de cambiar a nuestra pareja, ahora nos acercamos a ella sólo para compartir pensamientos e ideas, sabiendo que cada conversación es parte de un mapa mucho más largo y serpenteante del problema.
4. Encuentra lo que funciona y desecha lo que no.
Imagina comprometerte a cometer errores y pelear por ellos, y tener fe en que esto forma parte de tu camino con tu pareja. Imagina acordar "arruinarlo juntos" y colaborar en el siguiente paso, aunque pueda implicar más contratiempos. A través de este sistema, encontramos lo que funciona, descartamos lo que no y luego damos el siguiente paso, que también será imperfecto y tendrá algunos fallos.
Esta es una filosofía de "dos pasos adelante, uno atrás", que puede sonar frustrante, pero que la mayoría de la gente encuentra un gran alivio. En lugar de sentirnos mal por seguir equivocándonos, nos centramos en los aciertos y aceptamos y asumimos la imperfección.
Si esto parece pedir demasiado, observe los resultados: una relación duradera y segura que puede soportar golpes y moretones y sostenerse en el largo plazo.
La filosofía de aceptar los desafíos y abordarlos con compasión es la forma en que las parejas exitosas ya trabajan instintivamente. Describen sus relaciones de décadas no como una diversión infinita y esfuerzos pacíficos, sino como mucho trabajo duro.
Reflexiones finales – No pierdas de vista el premio
Lograr la estabilidad a veces parece una lucha cuesta arriba, pero intenta verlo no como un precio a pagar, sino como un premio. Puede ser realmente maravilloso comprometerse continuamente a luchar juntos. El mensaje que transmites es: Valemos la pena. Investigar y resolver problemas con compasión es una alegría y un gran regalo mutuo. Y comienza con herramientas de comunicación sencillas.
Escribe tu consejo o envía un consejo en video
Todos los consejos se revisan antes de su publicación.
Comparte este artículo en
¿Quieres tener un matrimonio más feliz y saludable?
Si se siente desconectado o frustrado por el estado de su matrimonio pero desea evitar la separación y/o el divorcio, el curso de marriage.com destinado a parejas casadas es un excelente recurso para ayudarle a superar los aspectos más desafiantes de estar casado.

