La reacción del público ante la relación de Holliman y Thorson fue variada y reflejó un espectro de opiniones. Algunas personas expresaron su conmoción y desaprobación debido a las normas y expectativas sociales, mientras que otras mostraron aceptación y comprensión, reconociendo el derecho de la pareja al amor. Además, un segmento de la población permaneció indiferente, sin sentimientos firmes de una forma u otra. Esta diversidad de reacciones pone de relieve la complejidad del sentimiento público, en el que las creencias y los valores personales influyen en la percepción de las relaciones, lo que lleva a una respuesta general desigual.