La comunicación abierta y de apoyo es esencial en la crianza compartida, ya que fomenta un entorno positivo tanto para los padres como para los niños. Este enfoque permite la resolución efectiva de problemas, el intercambio de información importante y la colaboración en la toma de decisiones. Al mantener líneas de comunicación abiertas, Tia puede ayudar a garantizar que ambos padres estén alineados con sus objetivos de crianza, lo que, en última instancia, beneficia el bienestar emocional y la estabilidad de los niños. Esto contrasta con otras opciones que pueden crear barreras o limitar las interacciones, lo que puede provocar malentendidos y conflictos.