Gritar no ayuda: no lo grites, escrĂbelo

Puntos clave
Resumen rápido de Marriage.com con IA
Cada relaciĂłn tiene su parte de discusiones: dinero, suegros, fiestas, conciertos, PlayStation contra X-Box (eso no es solo un rompematrimonios sino un rompefamilias). La lista continĂșa. La mayorĂa de nosotros nunca escuchamos realmente lo que dice la otra persona; simplemente esperamos para responder o, mĂĄs exactamente, le dejamos decir unas palabras sobre su respuesta y atacamos. Algunos de nosotros ni siquiera escuchamos lo que decimos nosotros mismos. ÂżCĂłmo esperamos resolver algo si, en el mejor de los casos, solo escuchamos la mitad de la conversaciĂłn?
Las discusiones rara vez resuelven nada
Resultan en sentimientos heridos, resentimientos y, de una forma u otra, en que una persona que amamos sea intimidada para que acepte algo que no quiere o no le gusta.
Sabemos que el proceso no funciona, pero seguimos teniendo muchos de los mismos argumentos una y otra vez o nuevos argumentos con el mismo estilo antiguo. Hacemos esto por costumbre. Hacemos esto porque nos resulta familiar y cĂłmodo. Hacemos esto porque no conocemos ningĂșn otro camino. AsĂ es como nuestros padres resolvieron los desacuerdos. AsĂ es como hemos resuelto los desacuerdos durante toda nuestra vida. Para algunos de nosotros, esto hace que nos salgamos con la nuestra la mayor parte del tiempo y, para otros, resulta en frustraciĂłn y dolor o en la determinaciĂłn de ganar la prĂłxima discusiĂłn a cualquier precio, incluso si se trata solo de quĂ© programa vemos en vivo y quĂ© programa vemos en el DVR mĂĄs tarde.
Discutir y gritar generalmente solo resulta en molestar a la familia y posiblemente a los vecinos. Las discusiones, la mayorĂa de las veces, son cuando dejamos que nuestro niño interior salga a «jugar». Como dice Dave Ramsey: «Los niños hacen lo que les hace sentir bien. Los adultos diseñan un plan y lo respetan». Tal vez sea hora de que actuemos como adultos cuando tenemos desacuerdos.
Algunas personas intentan mantener conversaciones. Esto estå mejor. Si todas las partes involucradas siguen las reglas que normalmente se enseñan en la terapia prematrimonial, esto significa que una persona habla mientras la otra escucha y resume lo que ha escuchado de vez en cuando. Ninguna de las partes trata de anticipar lo que la otra dirå o cómo reaccionarå. No nos dedicamos a hacer acusaciones infundadas y nos comprometemos. El problema con esto es que cuanto mås nos dediquemos personalmente a un tema, mås råpido degeneran las discusiones en discusiones.
Entonces, ÂżcĂłmo puedes hablar de temas polĂ©micos y aun asĂ llegar a algĂșn lado?
Lo escribes. Lo uso tanto personalmente como con mis clientes. Este plan tiene una tasa de Ă©xito del 100% hasta ahora, cada vez que se usa. Es cierto que la mayorĂa de los clientes lo hacen una o dos veces y luego vuelven a sus viejos hĂĄbitos. TenĂa una pareja que lo lograba una vez a la semana. ÂżQuieres adivinar quĂ© pareja progresĂł mĂĄs?
La idea detrĂĄs de escribirlo es multifacĂ©tica. La primera es que piensas en lo que quieres decir. Cuando escribes cosas, te vuelves conciso y preciso. La ambigĂŒedad tiende a desaparecer y prestas atenciĂłn a lo que dices. La siguiente idea es que para responder tienes que leer lo que dice la otra persona o personas. Otra gran ventaja de esto es que la responsabilidad estĂĄ incorporada. Sus palabras y su letra estĂĄn ahĂ para que todos las vean. No mĂĄs «No dije eso» o «No recuerdo haber dicho eso». Y, por supuesto, escribirla te da tiempo para procesar las respuestas emocionales y, en general, ser mĂĄs racional. Es sorprendente lo diferentes que se ven las cosas cuando las vemos por escrito y es sorprendente lo cuidadosos que somos con lo que acordamos o prometemos cuando lo escribimos.
Hay algunas reglas simples para este proceso
1. Use un cuaderno en espiral o una libreta de papel
De esta manera, las discusiones se mantienen ordenadas y unidas. Si es necesario, puede enviar un mensaje de texto o correo electrĂłnico si estĂĄn separados cuando es necesario que tengan lugar estas discusiones, pero lo mejor es con lĂĄpiz y papel.
2. Se minimizan las distracciones
Los teléfonos celulares estån apagados o silenciados y guardados. Los niños casi siempre necesitarån algo, pero se les debe decir que traten de no interrumpir si es posible. Dependiendo de la edad y las necesidades de los niños involucrados, puede determinar cuåndo programar una conversación. Sin embargo, el hecho de que tu hijo menor tenga 15 años no significa que tendrås una conversación exitosa cada vez que lo intentes. Si tiene gripe estomacal y estå vomitando como una boca de incendios por ambos lados, se trata de una situación de «manos a la obra» y lo mås probable es que no haya una discusión esa noche. Elige tus momentos.
3. Etiquete cada discusión y céntrese en el tema
Si estamos discutiendo sobre el presupuesto, los comentarios sobre que el asado a la olla es mĂĄs seco que el Sahara o sobre lo controladora y/o interferente que es la madre de su cĂłnyuge, no influyen en la discusiĂłn y no pertenecen (los libros Good Eats de Alton Brown pueden ayudar con lo primero y Boundaries de los doctores Cloud y Townsend pueden ayudar con lo segundo), por muy ciertos que sean. AdemĂĄs, las discusiones sobre si su hijo va a hacer un viaje para la tercera edad a CancĂșn no tienen cabida aquĂ en una discusiĂłn sobre el presupuesto. Lo que debe incluirse en una discusiĂłn sobre el presupuesto es si puede o no permitirse el lujo de enviar al niño. Se puede iniciar una nueva conversaciĂłn sobre si se van o no despuĂ©s de terminar la discusiĂłn sobre el presupuesto y determinar si puede permitirse el lujo de enviarlos.
4. Cada persona usa una tinta de color diferente
SĂ© que algunos de ustedes piensan: «Eso es ridĂculo». La experiencia me ha enseñado que esto es importante. A) te permite buscar algo en los comentarios de una persona con bastante rapidez y B) estas discusiones aĂșn pueden ser bastante animadas y te sorprenderĂa lo parecida que puede ser tu letra cuando estĂĄs tan... animado.
5. Las discusiones no deben durar mĂĄs de una hora
A menos que haya que tomar una decisiĂłn esa noche, se deja la discusiĂłn y se retoma en otro momento. No intentes hablar con tu cĂłnyuge sobre el tema fuera de la discusiĂłn escrita.
6. Se pueden llamar descansos
A veces, te involucras demasiado emocionalmente y necesitas uno o dos minutos para calmarte. Entonces, te tomas un descanso para ir al baño. TĂłmate una bebida. AsegĂșrate de que los niños estĂ©n donde deben estar, etcĂ©tera. Tal vez alguien necesite investigar un poco para retomar la discusiĂłn. Los descansos no deben durar mĂĄs de 10 a 15 minutos. Y no, eso no cuenta para la hora.
7. Planifica con anticipaciĂłn
Si sabe que se avecina una crisis presupuestaria, el momento de hablar sobre ello y planificarlo es con mucha antelaciĂłn, no cuando las facturas empiecen a vencerse. Es mejor planificar los viajes familiares al menos con 2 meses de antelaciĂłn. Los niños que cumplen 16 años y van a la escuela de manejo, los automĂłviles y el seguro de automĂłvil no son eventos inesperados, pero la mayorĂa de las familias los tratan como si lo fueran. Sea lo mĂĄs proactivo posible a la hora de planificar las conversaciones.
8. Las peleas por dinero son peligrosas para las relaciones
Dependiendo de los estudios que lea, el dinero y las peleas por dinero son la razĂłn nĂșmero uno o nĂșmero dos para el divorcio. La elaboraciĂłn de un presupuesto (un plan de flujo de caja o un plan de gastos suelen ser tĂ©rminos mĂĄs aceptables para referirse al presupuesto) puede reducir o incluso eliminar estas peleas. Un presupuesto no es para controlar a otra persona con dinero. Un presupuesto es la forma en que las personas deciden gastar su dinero. Una vez que se acuerdan las metas, la forma de transferir el dinero a travĂ©s del presupuesto se vuelve mĂĄs acadĂ©mica que emocional.
Es posible que deba incluir otras reglas. Otras reglas elaboradas para parejas o familias especĂficas incluyen: hay que probar el pensamiento creativo y la resoluciĂłn de problemas, no repetir lo mismo una y otra vez, y todos deben estar dispuestos a intentar hacer las cosas de una manera diferente. Ser flexible y estar abierto al compromiso siempre es bueno cuando se trata de resolver una situaciĂłn con Ă©xito. Es posible que la nueva soluciĂłn no funcione a la perfecciĂłn y probablemente requiera algunos ajustes. No nos damos por vencidos con la nueva forma y volvemos a la antigua, que tampoco funcionaba, sino que es mĂĄs cĂłmoda.
Recuerda que las situaciones son fluidas. Es posible que sus hijos tengan 4 y 6 años ahora, pero dentro de unos años podrĂĄn ayudar con una multitud de tareas. Comience a enseñarles a clasificar la ropa ahora. Hay un ahorro de tiempo. A medida que crezcan, entenderĂĄn mĂĄs y mĂĄs acerca de la lavanderĂa y, finalmente, podrĂĄn lavar la suya propia. Lo mismo ocurre con la limpieza de la casa. Trabajos de jardinerĂa. Lavar los platos. Cocinar. ÂżHas visto Masterchef Junior? Mi prĂłximo artĂculo tratarĂĄ sobre la importancia de que los niños contribuyan al hogar con las tareas del hogar y... no se les pague por ello.
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